POR MARCIA DUNN

SpaceX lanzó el martes otro cohete Starship, pero no atrapó el propulsor con brazos mecánicos gigantes.

A diferencia del éxito del mes pasado, el propulsor fue dirigido a un splashdown en el Golfo de México. La captura se canceló solo cuatro minutos después del vuelo de prueba desde Texas por razones de seguridad, y el propulsor golpeó el agua tres minutos después.

Elon Musk de SpaceX dijo el miércoles a través de X que la captura del refuerzo se abortó debido a la pérdida de comunicación con una computadora de la torre de lanzamiento.

Al mismo tiempo, la nave espacial vacía lanzada desde Texas en la cima de Starship se eleó a través del Golfo de México en un bucle cercano alrededor del mundo similar al vuelo de prueba de octubre. Esquivando el espacio, la brillante nave de aspecto retro descendió al Océano Índico para un final controlado pero destructivo de la demostración de una hora.

Fue la sexta prueba del cohete más grande y poderoso del mundo que SpaceX y la NASA esperan usar para que los astronautas vuelvan a la luna y, finalmente, a Marte.

SpaceX mantuvo la misma trayectoria de vuelo que la última vez, pero cambió algunos pasos a lo largo del camino, así como la hora del día. La nave espacial despegue a última hora de la tarde en lugar de a primera hora de la mañana para garantizar la luz del día para ver el descenso de la nave espacial.

Entre los nuevos objetivos que se lograron: encender uno de los motores de la nave espacial en el espacio, lo que sería necesario al regresar de la órbita. También hubo experimentos de protección térmica a bordo de la nave espacial, con algunas áreas despojadas de baldosas térmicas para ver si los mecanismos de captura podrían funcionar allí en vuelos futuros. Y la nave espacial descendió primero durante la última parte de la entrada, antes de voltearse y salpicar en posición vertical hacia el Océano Índico. Se planean aun más actualizaciones para el próximo vuelo de prueba.

Donald Trump voló para el lanzamiento en la última señal de un vínculo más profundo entre el presidente electo y Musk, fundador y CEO de SpaceX.

SpaceX quiere eventualmente regresar y reutilizar toda la nave estelar de 400 pies (121 metros). El reciclaje a gran escala reduciría el costo de transportar carga y personas a la luna y a Marte, al tiempo que aceleraría las cosas. El reciclaje de los cohetes Falcon de SpaceX que vuelan desde Florida y California ya le ha ahorrado tiempo y dinero a la compañía.

SpaceX lanza un cohete estelar gigante, pero aborta el intento de atrapar un propulsor con brazos mecánicos