Por Sala de Redacción EVH

Pressroom@elvoceromi.com

Lansing, Michigan (EVH) — En un movimiento que ha generado un intenso debate entre legisladores estatales, el Senado de Michigan aprobó un paquete de cuatro proyectos de ley conocidos como la Ley de Derechos Electorales de Michigan. Los defensores de estas iniciativas aseguran que proporcionarán mayor seguridad y accesibilidad para los votantes, mientras que los opositores expresan preocupación por los costos y posibles complicaciones burocráticas que podrían surgir.

El paquete, compuesto por los proyectos de ley 401, 402, 403, y 404, introduce una serie de reformas que, según los legisladores que lo apoyan, están diseñadas para fortalecer el sistema electoral del estado.

Proyecto de ley 401: Prohíbe que los gobiernos locales y las agencias estatales adopten prácticas que generen disparidades en la participación política de cualquier clase protegida. Además, establece un proceso formal para manejar las violaciones de esta ley, lo que, según los legisladores, garantizaría que todos los ciudadanos tengan las mismas oportunidades de participación en las elecciones.
Proyecto de ley 402: Establece una base de datos pública con información sobre votaciones y elecciones, haciendo que estos datos sean accesibles al público en general. La creación de este sistema busca promover la transparencia en el proceso electoral, aunque algunos opositores señalan que podría comprometer la privacidad de los votantes.
Proyecto de ley 403: Exige a los gobiernos locales proporcionar asistencia lingüística integral durante las elecciones. De acuerdo con este proyecto, los votantes podrán presentar una queja formal si sienten que no han recibido el apoyo adecuado en términos de traducción o interpretación. Esta medida tiene como objetivo facilitar la participación de los votantes que no hablan inglés como su primer idioma.
Proyecto de ley 404: Modifica varios aspectos de la ley electoral de Michigan, entre ellos, la obligación de los gobiernos locales de notificar a los votantes con antelación sobre los cambios en los métodos electorales, así como permitir a los votantes buscar asistencia durante el proceso de votación. Además, elimina la exigencia de que los inspectores electorales rechacen la boleta de un votante si ésta ha sido vista por otra persona.

La aprobación de esta legislación ha sido vista por muchos como un paso hacia adelante en la protección de los derechos de voto en Michigan. Jocelyn Benson, la Secretaria de Estado de Michigan, ha sido una defensora clave de estas iniciativas. Benson declaró que la ley se inspira en la Ley de Derechos Electorales federal, pero con nuevas disposiciones diseñadas para proteger el proceso electoral de futuros ataques.

“Todos los votantes de Michigan merecen tener acceso a elecciones justas y seguras y a ningún ciudadano se le debe negar injustamente el derecho a votar”, comentó Benson, subrayando que la nueva ley fortalecerá el sistema electoral estatal y garantizará la participación de todos los residentes, independientemente de su origen o situación económica.

Sin embargo, no todos los legisladores están de acuerdo. La senadora Ruth Johnson (R-24), ex Secretaria de Estado, expresó serias preocupaciones sobre el impacto de estas leyes, especialmente en términos financieros y burocráticos. Según Johnson, las nuevas disposiciones podrían costar millones de dólares a los contribuyentes y agregarían cargas adicionales a los gobiernos locales, que ya tienen una carga considerable en la organización de elecciones.

“Estos proyectos de ley van mucho más allá de las protecciones de los derechos de voto que ya se otorgan a todos nuestros ciudadanos bajo las constituciones de los EE. UU. y de Michigan, y crearían una enorme burocracia que ayudaría a los grupos de interés a demandar a nuestras unidades locales de gobierno”, afirmó Johnson.

Además, Johnson propuso dos enmiendas al Proyecto de Ley 404 que no fueron aceptadas. La primera habría prohibido la distribución de alimentos y bebidas por parte de candidatos o familiares dentro de los lugares de votación, y la segunda habría restringido esa distribución solo fuera de las urnas. Según Johnson, estas medidas son necesarias para evitar la influencia indebida en los lugares de votación.

“Es alarmante que estas medidas establezcan un precedente peligroso”, comentó la senadora, refiriéndose a la posibilidad de que personas ajenas a los votantes puedan interactuar con ellos en las urnas, lo que, según Johnson, socavaría la privacidad del proceso electoral.

La Ley de Derechos Electorales de Michigan ha generado divisiones entre los legisladores y funcionarios estatales. Mientras los defensores argumentan que la legislación es un paso necesario para garantizar elecciones más inclusivas y seguras, los críticos advierten que podría ser una carga para los recursos del estado y los gobiernos locales. A pesar de las diferencias, queda claro que el debate sobre cómo proteger y mejorar el sistema electoral en Michigan continuará siendo un tema candente en los próximos meses.

Senado de Michigan aprueba Ley de Derechos Electorales que fortalece seguridad electoral