PROTESTAS GENERALIZADAS EN UNIVERSIDADES DE ESTADOS UNIDOS PIDEN DEJAR DE FINANCIAR EL GENOCIDIO EN PALESTINA

Amenazan con expulsar de las universidades a estudiantes que participen en las marchas

Por Karla Bahm

Karla@elvocerous.com

(EVH) — Los estudiantes universitarios de todo Estados Unidos muestran un claro descontento con las políticas de la administración Biden a favor de Israel, particularmente en el contexto del conflicto en Gaza. Esta postura ha generado una serie de protestas y manifestaciones en campus universitarios de renombre, reflejando una profunda inquietud entre la juventud estadounidense.

Recientemente se ha anunciado que los estudiantes que participan en protestas contra la guerra en Gaza enfrentarán nuevas consecuencias, además de posibles arrestos, podrían enfrentar la prohibición de asistir a clases universitarias. Actualmente, hay protestas en curso en la Universidad de Michigan en Ann Arbor, y en la Universidad Estatal de Michigan (MSU) en Lansing donde los estudiantes demandan que la institución corte lazos con empresas que, según ellos, respaldan financieramente a Israel.

El lunes 22 de abril, en la Universidad de Michigan, estudiantes establecieron un campamento para exigir que la institución cesara sus inversiones en Israel, a raíz de las acciones militares que han causado la muerte de decenas de miles de palestinos. Esta iniciativa resalta el activismo estudiantil y la solidaridad con Palestina en el contexto del conflicto en curso.

El jueves 25 de abril, en el mismo sitio de MSU donde estudiantes de generaciones anteriores protestaron contra la guerra de Vietnam, un grupo de estudiantes actuales instaló un campamento en el campus para manifestarse en contra de la guerra en Gaza y denunciar el genocidio de Israel.

Algunas universidades estadounidenses a lo largo del país solicitaron la intervención policial para dispersar manifestaciones en contra de la guerra entre Israel y Hamas, lo que desencadenó enfrentamientos violentos y llevó al arresto de numerosas personas.

La policía detuvo a decenas de estudiantes en manifestaciones propalestinas en la Universidad de Yale, en Connecticut, y en la Universidad de Nueva York, en Manhattan. A pesar de ello, la oposición a la guerra en Gaza sigue siendo fuerte en los campus universitarios estadounidenses.

La protesta en la Universidad de Nueva York se disolvió tras una serie de detenciones efectuadas por la policía la noche del lunes 22 de abril. De manera similar, la Universidad de Yale también experimentó un desalojo policial en medio de manifestaciones estudiantiles. Estos eventos se produjeron inmediatamente después de que la Universidad de Columbia optara por cancelar las clases presenciales y restringir el acceso a Harvard Yard al público debido a las protestas.

Según el diario estudiantil Yale Daily News, la noche del 22 de abril, la policía arrestó a al menos 47 manifestantes en Yale. Los detenidos, acusados de un delito menor de allanamiento, han sido liberados, pero deberán comparecer ante un tribunal.

La situación refleja una creciente polarización y un debate en curso sobre los límites de la libertad de expresión en el entorno académico. Mientras las universidades buscan mantener un ambiente seguro para sus estudiantes y personal, también enfrentan la presión de permitir y proteger el derecho de sus estudiantes a protestar y expresar sus opiniones políticas.

En la Universidad de Columbia, los estudiantes mantuvieron un campamento desafiante cerca del lugar de graduación, a pesar de más de 100 arrestos y varios intentos de desalojo fallidos.

Los campamentos de estudiantes que se manifiestan en contra de la guerra en Gaza no se limitan a unas pocas universidades; han surgido en instituciones prominentes como la Universidad de California en Berkeley, el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), el Emerson College y Tufts en Estados Unidos.

Desde el ataque de Hamás a Israel el 7 de octubre, que desencadenó una respuesta militar violenta por parte de Israel, los estudiantes han estado expresando su oposición a la ofensiva y demandando que sus universidades condenen la acción militar y corten lazos con empresas que suministran armas a Israel.

Esta oleada de protestas refleja una creciente conciencia y activismo estudiantil en torno a los conflictos internacionales y las políticas de las instituciones académicas y el gobierno de Joe Biden.

En un comunicado el presidente Biden, garantizó la protección de la comunidad judía y condenó el “antisemitismo”, esta respuesta absurda ha generado críticas entre los manifestantes y activistas universitarios. Muchos consideran que la declaración de Biden no solo refuerza su apoyo a Israel, sino que también deslegitima las preocupaciones legítimas sobre las acciones militares israelíes en Gaza, etiquetando a los críticos como antisemitas.

Al declarar que el antisemitismo "no tiene absolutamente ningún lugar en los campus universitarios", Biden parece estar desviando la atención de las cuestiones fundamentales y reales en juego en el conflicto de Gaza. Esta postura no solo minimiza las voces de los estudiantes que buscan justicia y paz en la región, sino que también polariza el debate al etiquetar de manera amplia y generalizada a quienes expresan críticas legítimas como antisemitas.

En lugar de abordar las complejidades del conflicto y las preocupaciones éticas relacionadas con el apoyo militar de Estados Unidos a Israel, la declaración de Biden parece polarizar aún más la situación, socavando la posibilidad de un diálogo constructivo y perpetuando las divisiones en los campus universitarios.

Es importante destacar que las críticas de los estudiantes no se basan en prejuicios antisemitas, sino en una firme oposición a las acciones militares de Israel en Gaza. Los manifestantes argumentan que las continuas ofensivas israelíes están resultando en la muerte de civiles inocentes, incluyendo bebés, niños y mujeres, lo que consideran una masacre del pueblo palestino.

Esta creciente ola de protestas podría tener un impacto significativo en el panorama político estadounidense. Muchos estudiantes ven las políticas de Biden como inaceptables y consideran que estas medidas podrían costarle al presidente miles, sino millones, de votos en las próximas elecciones.