GRAND RAPIDS, MICHIGAN (EVH) .- La Administración de Medicinas y Alimentos de Estados Unidos (FDA) aprobó el viernes 06 de enero el uso de un fármaco contra el alzhéimer que, según los ensayos clínicos, retrasa el deterioro cognitivo de los pacientes en las primeras fases de la enfermedad.
La autorización ofrece una esperanza tras repetidos fracasos en la búsqueda de tratamientos eficaces, pese a que el nuevo fármaco produce efectos secundarios, según expertos.
El tratamiento llamado Lecanemab, y que se venderá bajo el nombre de Leqembi, es una infusión de anticuerpos monoclonales que se administra cada dos semanas por vía intravenosa.
“El Lecanemab ha sido probado en personas que ya tienen indicios de Alzheimer, es decir, aquellas que están en la primera etapa de la enfermedad. El fármaco no detiene el proceso de la enfermedad, pero sí ayudará a dilatar el impacto de la enfermedad”, dijo para una entrevista en El Vocero Hispano TV, la Dra. Doris Molina-Henry, investigadora de la Universidad del Sur de California y especialista en casos de Alzheimer.
Leqembi no es una cura, su objetivo es frenar la progresión de la enfermedad eliminando del cerebro los cúmulos de beta-amiloide, un tipo de molécula que los científicos consideran desde hace tiempo una de las principales causas de la patología.
“Lo emocionante de esta aprobación y de los resultados es el hecho de que no sólo estamos estudiando a personas que tienen declive cognitivo, sino que también estamos investigando a personas que aún no han desarrollado estos procesos, con la esperanza de que posiblemente algún día podremos prevenir la enfermedad”, manifestó la doctora Molina-Henry.
Los expertos afirman que el beneficio es pequeño, pero que todo lo que permita a los pacientes pasar más tiempo de calidad con su familia y seres queridos es valioso. La medicación costará unos 25,000 dólares al año para un solo paciente y está por verse si Medicare cubrirá los gastos.
“Sobre este medicamento aún está en proceso de decisión si Medicare cubrirá los gastos, esperamos que la decisión sea positiva”, dijo Molina-Henry.
En junio del 2021 la FDA aprobó el uso del fármaco experimental Aducanumab para las fases tempranas de la enfermedad de Alzheimer, a pesar de que un comité consultivo de la FDA concluyó el 2020 de que no habían pruebas suficientes que respalden la eficacia del tratamiento.
A pesar de las grandes expectativas sobre Aducanumab, la polémica en torno a la aprobación de este medicamento era tan grande que las aseguradoras decidieron no financiarlo. Así, en los primeros seis meses de vida del fármaco la compañía solo recaudó 3 millones de dólares, totalmente diferente a los 18.000 millones anuales que esperaban. Medicare, el sistema público de salud de Estados Unidos, también le dio la espalda y en menos de un año desde su aprobación el laboratorio decidió eliminar la infraestructura comercial en torno al fármaco y retirar la solicitud de aprobación europea. Aducanumab tuvo un costo original de 56.000 dólares anuales, que luego fue reducido hasta los $28.200 a partir de enero del 2022.
“Hubo mucha controversia a raíz de ese medicamento, a pesar de ello, es uno de los medicamentos que esperamos que resurja en los siguientes meses o años. Hay que tener en cuenta que todo esto es un proceso, en el cual estamos buscando encontrar soluciones que puedan tratar los diferentes aspectos de la enfermedad”, dijo Molina-Henry.
El número de casos de Alzheimer está creciendo rápidamente en toda la población de EE.UU., y podría casi triplicarse para el 2050, llegando a 13,8 millones, según la Asociación de Alzheimer.
Pero el aumento es particularmente sorprendente entre los latinos que, como grupo, tiene un 50% más de probabilidades que los blancos no hispanos de desarrollar la enfermedad, según un informe del Edward R. Roybal Institute on Aging de la Universidad del Sur de California y la red Latinos Against Alzheimer.
Según un informe reciente, se espera que el número de latinos en Estados Unidos con la enfermedad que roba la memoria aumente más de ocho veces para el 2060, a 3,5 millones de casos, poniendo presión en las familias y en los recursos de salud. Esto es en parte porque, en promedio, los latinos viven más tiempo que los blancos no hispanos y también porque son más propensos a sufrir ciertas condiciones crónicas que los ponen en mayor riesgo de padecer Alzheimer, indica el informe. Y destaca que el desafío se intensifica por el hecho de que la población de adultos mayores está creciendo tres veces más rápido entre los hispanos.
“En este caso es fundamental aclarar que no es por la diferencia de etnias o color de piel, esto tiene que ver con el estilo de vida que lleva la persona. La vida sedentaria se asocia mucho al Alzheimer y también vemos que las personas que están más aisladas progresan los síntomas mucho más rápido, por lo tanto, mantenerse estimulado socialmente contribuye a preservar la función cognitiva del cerebro” dijo la especialista.
La aparición de la enfermedad del Alzheimer es muy variada y no existe un único patrón por el que se detecta. Puede incluso no notarse hasta que haya evolucionado un poco la enfermedad. No obstante, sí hay una serie de síntomas que nos pueden ayudar a detectarla. Si tiene cualquiera de ellos, consulte a su médico.
10 señales y síntomas de la enfermedad del Alzheimer según la Asociación de Alzheimer
- Pérdida de memoria que afecta a la vida cotidiana.
- Retos en la planificación o solución de problemas.
- Dificultades para completar tareas habituales en el hogar, trabajo y ocio
- Confusión o Desorientación respecto del tiempo y lugar
- Problemas con el pensamiento abstracto y espacial
- Problemas con el lenguaje tanto al hablar como al escribir
- Tendencia a mover las cosas y olvidar donde están
- Disminución del juicio o cambios en la toma de decisiones
- Retiro del trabajo o actividades sociales
- Cambios en el humor y la personalidad
La doctora Doris Molina-Henry es profesora asistente en el Instituto de Investigación Terapéutica del Alzheimer de la Facultad de Medicina Keck de la USC. Ella es parte del liderazgo del Instituto de Investigación Terapéutica del Alzheimer en San Diego. Su trabajo se centra en la ciencia del reclutamiento y la retención de diversos participantes en ensayos clínicos. Actualmente, trabaja en la evaluación de estrategias que promuevan la participación de adultos diversos, en riesgo y sin deterioro cognitivo, en estudios que tienen como objetivo ayudar a prevenir los síntomas de la enfermedad de Alzheimer mucho antes de que comiencen.