PASADENA, California (AP) – Todos esos ejercicios de 9 contra 7 dieron sus frutos para Michigan.

Los Wolverines construyeron su regreso a la relevancia nacional a partir de un ejercicio de tackle en vivo, bloqueo de carreras versus detención de carreras que se convirtió en la piedra angular de sus prácticas. Y cuando esa misma situación surgió en el tiempo extra del Rose Bowl el lunes 1 de enero del 2024, la defensa de Michigan convirtió la preparación en realidad.

"Sabía que íbamos a ganar porque nos preparamos para eso", dijo el corredor Blake Corum. "Hacemos 9 contra 7 todo el tiempo, y tenemos una defensa tan sólida que sabía que íbamos a ganar".

El No. 1 de Michigan (14-0) necesitará otra demostración decidida de su dura defensa para ganar su primer campeonato nacional desde 1997 en el juego por el título del College Football Playoff el próximo lunes. Los Wolverines se enfrentarán al No. 2 de Washington (14-0) y su poderosa ofensiva aérea en el NRG Stadium de Houston.

La forma en que les fue a los Wolverines contra el No. 4 de Alabama indicó que estarán preparados para el desafío. Cuando Jalen Milroe intentó correr por el medio hacia un portero para extender el juego, el corredor Josaiah Stewart atravesó al tackle derecho JC Latham, permitiendo que el corredor Derrick Moore derribara al mariscal de campo después de una ganancia de 1 yarda.

Todos los defensores de Michigan asumieron que el balón estaría en manos de Milroe en la jugada decisiva, ya sea como corredor o pasador.

"Creo que todos esperaban que él recibiera el balón, para ser honesto contigo”, dijo el liniero defensivo Kris Jenkins.

Fue lo mismo que en la práctica, sólo que con lo que estaba en juego era mucho más significativo.

“Sabes, dedicamos tantas horas solo a esos ejercicios de 9 contra 7, desde el baile de primavera hasta aquí, y ahora realmente ves cómo en los momentos más importantes eso toma forma”, dijo Jenkins. "Todos podemos lanzar a los linieros como si nada".

La defensa cumplió durante toda la tarde, incluso cuando sus contrapartes en la ofensiva y los equipos especiales de Michigan tuvieron problemas.

La unidad del coordinador Jesse Minter permitió 288 yardas en 66 jugadas, un promedio de 4.3 yardas por jugada. Michigan concedió sólo dos jugadas de más de 20 yardas, limitando un explosivo juego de pases liderado por Milroe a un total de 29. Limitaron al receptor Jermaine Burton a cuatro recepciones para 21 yardas después de que entró al juego con un promedio de 22,2 yardas por recepción.

Enfrentando los pases explosivos del mariscal de campo de los Huskies, Michael Penix Jr., quien lanzó para 430 yardas y dos touchdowns en la victoria 37-31 del Sugar Bowl sobre el No. 3 de Texas , Michigan necesitará otra salida fuerte de su presión sobre el pasador. Cinco de sus seis capturas contra Alabama se produjeron en la primera mitad, y una presión constante y confiable impidió que Milroe pudiera desatar el juego aéreo vertical que había sido su mejor atributo.

Frenar a Penix, dependerá de Sainristil, Josh Wallace y Will Johnson.

Johnson estaba listo para el desafío antes de saber quién sería el oponente la próxima semana.

“Nuestra misión durante todo el año fue buena y también hubo fracasos, así que sabemos que tenemos que terminar el trabajo”, dijo Johnson.

Los Michigan Wolverines jugarán por el título nacional después de vencer a Alabama