La semana pasada expresamos el temor de que la nieve que no tuvimos en diciembre nos llegara de golpe en enero. Y así fue, tuvimos nieve por un tubo y siete llaves. Y no solamente nieve, también un frio del polo norte. Lo malo es que no ha terminado, porque los vientos helados siguen bajando. ¡Que el Señor nos encuentre confesados!
Esta semana que pasó se llevó a cabo el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza en el que los líderes mundiales trataron temas como la seguridad, el cambio climático y la inteligencia artificial. Los líderes europeos y latinoamericanos expresaron su preocupación por el cambio climático, excepto el presidente de Argentina que dijo que la preocupación sobre el medio ambiente es un plan de “los socialistas que sostienen que los seres humanos dañamos el planeta”.
¡Qué vergüenza para los argentinos!
De verdad es que es un payaso con las ideas más alocadas y retrógradas que nadie puede imaginar. Todavía no acabamos de preguntarnos, ¿¡cómo es que un individuo que debía estar en un hospital psiquiátrico se convierte en presidente!?
Los argentinos ya comenzaron a sentir los efectos de tener a un loco de presidente apoyado por sectores oportunistas que pretenden enriquecerse tirando maní al mono.
Los precios de la canasta familiar se triplicaron y para el próximo 24 habrá una huelga general.
¡Buena suerte mi loco!
Y también hablando del foro, el secretario de estado Anthony Blinken tuvo que regresar a Estados Unidos en un avión comercial porque el Boeing en que viajaba presentó graves problemas…
Por lo que se ve, antes de comprar un ticket de viaje hay que preguntar qué marca es el avión.
Pasando al otro lado de la cerca, en Ecuador asesinaron a César Suárez, el fiscal que investigaba a los grupos de delincuentes que asaltaron un canal de televisión hace dos semanas. Según informaciones de periodistas honestos de ese país, el fiscal no tenía protección policial por lo que fue fácilmente víctima de los sicarios que dispararon cuando conducía su auto.
La responsable de eso es la fiscal Diana Salazar quien después salió en la televisión lamentando la muerte de Suárez y diciendo que el crimen no quedará impune.
Salazar fue una servil del presidente Lenin Moreno y de su grupo de mafiosos que se prestó para acusar a Rafael Correa de soborno, llegando a decir que el exmandatario era comparable con Pablo Escobar. Acusó a Correa de recibir 6,000 sobornos. ¡Eso lo dice todo!
Ahora, parece que su amistad con Moreno llegó a su fin y le está sacando los trapitos al sol.
¿Con esa clase de funcionarios judiciales piensa el actual presidente Noboa que va a combatir el crimen?
Lo dudamos mucho…
Nos vemos en los próximos Jalapos, si la Virgencita lo permite.