Señores la propaganda antirrusa está llegando a extremos alarmantes. La entrega de los Oscar el pasado domingo 10 de marzo estuvo viciada de propaganda contra los rusos. Lo malo de eso no es que se condene a Rusia por la invasión a Ucrania, sino los planes macabros que hay detrás de la demonización del país euroasiático.

Con el cuco de que Rusia puede invadir a cualquier otro país de Europa se está justificando una inversión enorme en armas y se está creando una fuerza militar mundial dominada por Estados Unidos para enfrentarse a Rusia y China. En otras palabras, volver a la guerra fría y poner al mundo al borde de una tercera guerra mundial.

Ese tipo de propaganda se cimienta en la mala memoria de la gente producto de la manipulación informativa. Al mundo se le olvidó que Estados Unidos ha estado bombardeando a Siria desde hace casi diez años, que en el 2001 invadió a Afganistán, en el 2003 a Irak y unos añitos antes, en el 1997 bombardeó a Belgrado, en 1983 invadió a Granada y en el 1988 a Panamá. Esas invasiones parece que no cuentan a la hora de hablar de invasores.

La invasión a Ucrania por parte de Rusia es lo mismo que iba a hacer Estados Unidos con Cuba en 1962. Cuando la Unión Soviética instaló misiles en Cuba, Estados Unidos pegó el grito al cielo y ordenó invadir la isla. ¿Por qué? Porque nadie se queda de brazos cruzados mirando al vecino aliarse a su enemigo y apuntar cañones en contra suya.

Por otro lado, ya quedó claro que las próximas elecciones se librarán con dos contrincantes que juntos no dan uno solo. Un desquiciado perverso como Trompo Loco y un viejo decrépito, seco y destelengado que no alcanza ni para una sopa. Las consecuencias de lo que resulte de esas elecciones no solo las pagarán los norteamericanos, sino todo el mundo, pero quienes eligen son los norteamericanos.

Trompo Loco ya dijo que apoyará el genocidio contra los palestinos. Dijo que “Netanyahu tiene que terminar su trabajo”. Es decir, exterminar a los palestinos como si fueran una peste, igual como Hitler quiso exterminar a los judíos. Biden, por su lado, está tratando de recuperar los votos perdidos enfrentando a Netanyahu.

Biden dijo en el State of The Union que “trabajará sin descanso por un cese al fuego en Gaza”. ¿Si? ¿Y entonces cómo es que apenas dos semanas antes la embajadora de Estados Unidos en la ONU se opuso al cese al fuego? ¡Esos números como que no concuerdan!

Por otro lado, respecto a la guerra entre Rusia y Ucrania, que no es más que una guerra entre Rusia y la OTAN, el Papa Francisco dijo que las partes debían tener el valor de levantar la bandera blanca y buscar un acuerdo. Pero el Papa no se dio cuenta de que mencionó soga delante del ahorcado, porque Ucrania está perdiendo y no quiere reconocerlo. ¿Por qué? Porque dejaría de recibir miles de millones de dólares de los Estados Unidos y la Unión Europea.

El monito Quique salió de inmediato a decir que la única bandera que levantará Ucrania será la azul y amarilla.

Eso se parece al cuento de la selva en el que el león, el rey, dijo que había que traer agua y que debía hacerlo el animal más feo. El mono pegó el grito y dijo: “Yo No”.

Para el degenerado que gobierna Ucrania no importa cuantos paisanos mueran con tal de él seguir recibiendo dinero y haciendo el papel de héroe en el mundo.

¡Pobres ucranianos!

Nos vemos en los próximos Jalapos si la Virgencita lo permite.

Jalapeños 1382