El pasado lunes fue llevado a la corte del condado de Kent Brandon Ortiz- Vite, el hombre acusado de asesinar a Ruby García de 25 años. Brandon de acuerdo con los récords es un habitual violador de las leyes y ahora un convicto de homicidio. Aunque Brandon es hispano y está indocumentado en Estados Unidos nosotros no nos referimos a él como un “ilegal”, pues en Estados Unidos viven millones de personas indocumentadas que trabajan decentemente y no merecen que se les coloque en la misma línea de un homicida.

Cuando un medio de comunicación supuestamente “latino” usa ese término despectivo, la comunidad debe estar consciente de que no es un medio amigo, sino un servil del enemigo.

Saliendo del patio, el secretario de defensa de Estados Unidos es un peligro en potencia. ¿Por qué? porque este individuo tuvo las bolas de decir en el Congreso de Washington, que él no ve ningún indicio de genocidio de parte de Israel en la franja de Gaza. Eso quiere decir, que él es capaz de matar a 33 mil personas y decir que no ha hecho nada malo.

Si la administración de Joe Biden tuviera vergüenza, mandara a este individuo inmediatamente a su casa.

¿Qué pueden esperar los norteamericanos de un secretario de defensa que dice que decenas de miles de civiles muertos no constituyen un genocidio?

Hay que sacarlo a patadas de ahí.

Yéndonos un poco más lejos, vimos el debate de los candidatos a presidente en México para las elecciones de junio de este año. Los participantes fueron, Claudia Sheinbaum del Partido Morena, de gobierno, y otras organizaciones aliadas; Jorge Álvarez Maynez, del grupo independiente “Movimiento Ciudadano”; y Xochitl Gálvez quien representa una coalición de entelequias políticas como el PRI, el PAN y el PRD.

Más que un debate de candidatos a la más alta magistratura de la nación, el evento pareció un pleito de comadres en un gueto. Sheinbaum no lució a la altura de su preparación académica; lanzó ataques personales contra su contrincante que muy poco le ayudan a su propia imagen. Y la otra, Gálvez, parecía una cotorra salida de un cabaret de mala muerte, de las que aprende a decir toda clase de malas palabras.

Ese debate demostró que México tiene mucho atraso político, lo cual es una consecuencia de los años que estuvo el PRI gobernando como una mafia.

Ojalá que las próximas elecciones ayuden a México a salir adelante.

Hablando de atraso político, Ecuador se ganó el premio. El mozalbete que gobierna esa nación, Daniel Noboa, no tiene la menor idea de las responsabilidades del puesto que ocupa. Ordenó invadir la embajada de México en Quito para arrestar a su adversario político. Violar una embajada es lo mismo que invadir un país extranjero. México podría declararle la guerra a Ecuador por esa afrenta. Entre tanto, México rompió relaciones diplomáticas y comerciales con Ecuador lo que significa que los ecuatorianos verán ahora aumentos de precios en algunos productos importados de México como equipos electrodomésticos y médicos, materiales metálicos y caucho. Al mismo tiempo muchos productores de cacao y azúcar de Ecuador se irán a la quiebra si no encuentran otro mercado. Pero lo más grave es, que la violación a la embajada es un signo de hasta dónde puede llegar el niño rico que gobierna Ecuador. Si es capaz de violar una embajada y golpear al embajador de otro país, ¿que no hará con los ciudadanos ecuatorianos que no le agraden?

En otras palabras, Ecuador tiene a un tirano como presidente.

Nos vemos en los próximos Jalapos si la Virgencita lo permite.

Jalapeños 1386