Gobierno quiere prohibir la comida basura de asistencia de alimentos

Por Jonel Aleccia

Se ha intentado antes prohibir las bebidas azucaradas, y los dulces del programa estadounidense que ayuda a las familias de bajos ingresos a pagar por alimentos nutritivos, pero pronto puede recibir un impulso de los nuevos funcionarios de la administración Trump.

Robert F. Kennedy Jr., el recién confirmado secretario de salud y servicios humanos, y Brooke Rollins, la nueva secretaria de agricultura, han señalado que están a favor de quitar tales golosinas del SNAP Programa de Asistencia de Nutrición Suplementaria.

Kennedy ha sido muy imperativo en pedir al gobierno que deje de permitir que el programa de casi 113 mil millones de dólares que sirve a unos 42 millones de estadounidenses use sus recursos para pagar "refrescos o alimentos procesados".

"El único lugar en el que diría que realmente necesitamos cambiar la política es el programa SNAP y los cupones de alimentos y en los almuerzos escolares", dijo Kennedy a la presentadora de Fox News, Laura Ingraham, la semana pasada. "Allí, el gobierno federal en muchos casos está pagando por ello. Y no deberíamos estar subsidiando a la gente para que coma veneno". En una de sus primeras entrevistas después de ser confirmada, Rollins dijo que estaba deseando trabajar con Kennedy en el tema.

"Cuando un contribuyente está poniendo dinero en SNAP, ¿está de acuerdo con que usemos el dinero de sus impuestos para alimentar a los niños que tal vez necesiten algo más nutritivo con comida realmente mala y bebidas azucaradas?" Dijo Rollins. "Todas estas son preguntas masivas que vamos a hacer y en las que vamos a trabajar en los próximos meses y años". Pero eliminar ciertos alimentos de SNAP, conocidos durante años como cupones de alimentos, no es tan simple como parece.

El programa es administrado por el USDA, no por el HHS, y es administrado a través de estados individuales. Está autorizado por la Ley Federal de Alimentos y Nutrición de 2008, que dice que los beneficios de SNAP se pueden usar para "cualquier alimento o producto alimenticio destinado al consumo humano", excepto el alcohol, el tabaco y los alimentos calientes, incluidos los preparados para el consumo inmediato.

Excluir cualquier alimento requeriría que el Congreso cambiara la ley, o que los estados obtendieran exenciones que les permitieran restringir las compras, dijo Katie Bergh, analista sénior de políticas del Centro de Presupuesto y Prioridades Políticas, un grupo de investigación no partidista. En los últimos 20 años, los legisladores de varios estados han propuesto evitar que SNAP pague por agua embotellada, refrescos, patatas fritas, helados, pasteles decorados y "carnes de lujo" como el bistec. "Ninguna de esas solicitudes ha sido aprobada por presidentes republicanos o demócratas", dijo Bergh.

En el pasado, los funcionarios del Departamento de Agricultura rechazaron las exenciones, diciendo en un documento de 2007 que no existen normas claras para definir los alimentos "como buenos o malos, o saludables o no saludables". Además, la agencia dijo que las restricciones serían difíciles de implementar, complicadas y costosas. Y es posible que no cambien las compras de alimentos de los destinatarios o reduzcan condiciones como la obesidad.

Los defensores contra el hambre señalan una investigación que muestra que los beneficiarios de SNAP no son más propensos que otros estadounidenses de bajos ingresos a comprar bebidas azucaradas o bocadillos. Y dicen que limitar las opciones alimentarias socava la autonomía y la dignidad de las personas que reciben, en promedio, alrededor de 187 dólares al mes, o alrededor de 6,16 dólares al día, según las últimas cifras. "Esta es solo otra forma de reducir los beneficios", dijo Gina Plata-Nino, subdirectora del Food Research and Action Center, un grupo de defensa sin fines de lucro. "Es como, ¿cómo restringimos más a la gente? ¿Cómo los estigmatizamos más?"

Hay proyectos de ley pendientes en el Congreso y en varios estados para restringir los beneficios de SNAP para que no paguen refrescos, dulces y otros artículos.

El representante Josh Breechan, un republicano de Oklahoma, patrocinó la Ley Healthy SNAP.

"Si alguien quiere comprar comida basura por su cuenta, eso depende de ellos", dijo. "Pero lo que estamos diciendo es: 'No le pidas al contribuyente que lo pague y luego también esperes que el contribuyente pague la cuenta por las consecuencias para la salud resultantes'".

Una destinataria de SNAP dijo que utiliza su beneficio mensual de 291 dólares para comprar artículos esenciales como carne, aceite, leche y café. Martina Santos, de 66 años, de la ciudad de Nueva York, complementa esos alimentos con verduras y frutas frescas de una despensa dirigida por la Campaña contra el Hambre del West Side, donde también es voluntaria. Debido a que tiene diabetes y otras afecciones de salud, dijo que entiende la importancia de usar los beneficios solo para opciones nutritivas. "Para mí, SNAP debe usarse para alimentos saludables para que las personas eviten todas las enfermedades que están teniendo en este momento: obesidad, diabetes, presión arterial alta", dijo Santos.

En Kansas y en otros lugares, los proyectos de ley que prohibirían los refrescos y los dulces destacan algunos de los desafíos de tales cambios.

Varios proyectos de ley pendientes buscan evitar que SNAP pague por refrescos, pero continuarían permitiendo bebidas que contienen leche, alternativas de leche como leche de soja o almendras, o bebidas con más del 50% de jugo de verduras o frutas. El caramelo se caracteriza como cualquier preparación sin refrigerar y sin harina de "azúcar, miel u otros edulcorantes naturales o artificiales en combinación con chocolate, frutas, nueces u otros ingredientes o saborizantes en forma de barras, gotas o piezas". Según esa definición, las barritas Kit Kat y Twix, que contienen harina, no estarían prohibidas. Y los jugos que contienen altas cantidades de azúcar, pero son más de la mitad del jugo de fruta por volumen, estarían permitidos.

Tales enigmas han obstaculizado los cambios en el programa SNAP durante décadas. Pero este momento podría ser diferente, dijo el Dr. Anand Parekh, director médico del Bipartisan Policy Center, un grupo de expertos con sede en Washington, D.C.

El impulso detrás del movimiento "Make America Healthy Again" de Kennedy podría estimular un nuevo enfoque en soluciones para dietas pobres que representan los principales factores de riesgo para la enfermedad temprana y la muerte.

"Cuando hablamos del programa SNAP, tenemos que recordarle a la gente que la 'N' significa nutrición", dijo Parekh. "Ya es hora de que ambas partes puedan unirse y ver cuáles son las innovaciones aquí para mejorar la calidad de la dieta y la nutrición".