Una garrapata invasora capaz de poner en riesgo la vida del ganado ha sido detectada por primera vez en Maine este verano, confirmaron autoridades de la Universidad de Maine y de conservación estatal. Se trata de la garrapata asiática de cuerno largo, que llegó a Estados Unidos en 2017 y desde entonces se ha propagado rápidamente, alcanzando ya casi dos docenas de estados, incluido Michigan.

El hallazgo en Maine marca el punto más septentrional en el que se ha registrado esta especie. Según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), hasta abril de 2025 la garrapata ha sido reportada en Arkansas, Delaware, Connecticut, Georgia, Illinois, Indiana, Kentucky, Maryland, Massachusetts, Misuri, Nueva Jersey, Nueva York, Carolina del Norte, Ohio, Oklahoma, Pensilvania, Rhode Island, Carolina del Sur, Tennessee, Virginia y Virginia Occidental.

La garrapata asiática de cuerno largo se distingue por su capacidad de reproducción: las hembras, que son mucho más comunes que los machos, pueden poner huevos sin necesidad de aparearse, lo que favorece su expansión. Una sola hembra puede llegar a depositar hasta 2,500 huevos en un animal. Antes de alimentarse, el insecto mide menos que una semilla de sésamo y tiene un color rojizo claro u oscuro, pero después de alimentarse puede crecer hasta el tamaño de un guisante con tonalidades gris-verdosas y marcas amarillas.

Aunque investigaciones han demostrado que esta garrapata puede portar patógenos, como la bacteria que causa la fiebre maculosa de las Montañas Rocosas, hasta ahora no se ha detectado que los ejemplares encontrados en Estados Unidos estén infectados. Los síntomas de esa enfermedad incluyen fiebre, dolor de cabeza, náuseas, vómitos, dolor abdominal o muscular, pérdida de apetito y erupciones en la piel, de acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).

El riesgo más inmediato es para el ganado, ya que estas garrapatas pueden presentarse en cantidades tan elevadas sobre una sola vaca que provocan una pérdida severa de sangre, al grado de ocasionar la muerte del animal. “Estas garrapatas pueden ser tan numerosas en una sola res que llegan a causar tanta pérdida de sangre que el animal puede morir por ello”, explicó el doctor Jonathan Cammack, profesor asistente de la Universidad Estatal de Oklahoma y especialista en parasitología y ganado.

El USDA recomienda tratamientos regulares contra garrapatas, los cuales han demostrado ser efectivos frente a esta especie invasora. Las autoridades aconsejan a ganaderos y dueños de mascotas que, en caso de sospecha de exposición, contacten de inmediato a su veterinario para una revisión adecuada.

Garrapata invasora que amenaza al ganado se extiende a Michigan