Por Sala de Redacción EVH

GRAND RAPIDS, MICHIGAN (EVH)_Un informe reciente del American Immigration Council (AIC) advierte que el plan de deportaciones masivas prometido por el candidato republicano Donald Trump, en caso de ganar las elecciones presidenciales y regresar a la Casa Blanca, tendría efectos devastadores no solo para la comunidad indocumentada, sino también para el país en general. El informe titulado “Deportación Masiva: costos devastadores para Estados Unidos, su presupuesto y su economía” analiza en detalle las repercusiones económicas, sociales y humanitarias que tendría la implementación de estas deportaciones a gran escala.

El Consejo Americano de Inmigración, órgano de estudio creado por la Asociación Americana de Abogados de Inmigración (AILA), emitió su análisis basado en investigaciones de vanguardia, buscando promover políticas migratorias justas, equitativas y basadas en la evidencia. Su conclusión: las promesas de deportaciones masivas realizadas por Trump representan una amenaza sin precedentes para el bienestar de millones de personas y el futuro económico de Estados Unidos.

Trump, quien se enfrenta a la actual vicepresidenta Kamala Harris en las elecciones del próximo 5 de noviembre, ha prometido en su campaña electoral llevar a cabo la "mayor deportación de inmigrantes en la historia de los Estados Unidos". Esta amenaza abarca tanto a extranjeros indocumentados como a inmigrantes con algún tipo de protección temporal en el país, poniendo en peligro a millones de personas. Durante un mitin en Colorado, el candidato republicano reafirmó su compromiso con esta medida, señalando que invocaría una ley de 1798 para expulsar a personas de países que, según él, han "invadido" Estados Unidos. “Se detendrá la invasión”, declaró, haciendo referencia a la llegada de inmigrantes indocumentados.

El informe del AIC subraya que, aunque en el pasado se han hecho promesas similares sin que se hayan concretado, en esta ocasión la retórica de deportaciones masivas ocupa un lugar central en el discurso de los principales actores del Partido Republicano. El documento señala que esta política ha sido respaldada por figuras clave como Tom Homan, exdirector del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), quien ha prometido una operación histórica si una administración de línea dura vuelve al poder.

El análisis del AIC destaca el rol del Proyecto 2025, un documento de más de 900 páginas elaborado por exfuncionarios de la administración Trump y otros influyentes republicanos, que establece un plan detallado para llevar a cabo estas deportaciones masivas. Aunque Trump ha intentado desmarcarse del proyecto, el estudio señala que muchas de sus propuestas de campaña se alinean estrechamente con las sugerencias del documento.

Entre las propuestas más alarmantes se encuentra la idea de deportar hasta un millón de inmigrantes al año, una cifra sin precedentes en la historia de Estados Unidos. El país nunca ha deportado a más de medio millón de personas en un solo año, la mayoría de ellos detenidos en la frontera. Por lo tanto, llevar a cabo una operación de deportación masiva de este calibre plantea importantes interrogantes sobre su viabilidad y sus costos.

El informe del AIC pone el foco en el enorme costo económico que supondría implementar las deportaciones masivas prometidas por Trump. Según cálculos basados en datos de la Encuesta sobre la Comunidad Estadounidense (ACS) y los costos actuales de las leyes de inmigración, se estima que aproximadamente 11 millones de personas en Estados Unidos carecían de estatus legal permanente en 2022, y que, junto con los 2,3 millones de inmigrantes que han llegado en los últimos años, estarían en riesgo de deportación.

El costo total de deportar a estas 13,3 millones de personas se estima en al menos 315.000 millones de dólares. Esta cifra, subraya el AIC, es extremadamente conservadora, ya que no tiene en cuenta los gastos a largo plazo asociados con el mantenimiento de centros de detención, procesos legales y los costos adicionales necesarios para adquirir la capacidad institucional para llevar a cabo estas deportaciones en un corto período de tiempo.

Además de los costos directos de deportación, el informe destaca los gastos relacionados con la detención de inmigrantes, el cumplimiento del debido proceso y los costos adicionales que tendrían que asumir los estados, condados y ciudades que participarían en el proceso. Para poner en perspectiva el impacto económico, el AIC estima que un plan de deportaciones de largo plazo que busque deportar a un millón de personas por año podría costar unos 88.000 millones de dólares anuales, alcanzando un total de 967.900 millones de dólares en más de una década.

El informe no solo se centra en los costos económicos, sino también en las repercusiones humanas de un plan de deportaciones masivas. Los autores destacan que una política de este tipo provocaría la separación de millones de familias, muchas de las cuales incluyen ciudadanos estadounidenses. Esto generaría un aumento en la cantidad de niños ciudadanos que se quedarían sin sus padres, afectando gravemente el bienestar de las comunidades y creando una crisis humanitaria sin precedentes dentro de las fronteras de Estados Unidos.

Además, el impacto psicológico en las comunidades indocumentadas sería devastador. El miedo constante a la deportación y la incertidumbre sobre el futuro crearían un ambiente de tensión y angustia, tanto para los inmigrantes como para sus familiares y amigos. Los efectos se sentirían no solo en los hogares, sino también en los lugares de trabajo, las escuelas y las comunidades religiosas, donde la integración y convivencia pacífica entre inmigrantes y ciudadanos ha sido clave para la cohesión social.

Más allá de los costos inmediatos y los gastos asociados con la implementación de un plan de deportaciones masivas, el informe del AIC también examina las consecuencias económicas a largo plazo. La expulsión de más de 13 millones de inmigrantes tendría un impacto negativo significativo en sectores clave de la economía estadounidense. Muchos de los inmigrantes indocumentados ocupan trabajos en áreas como la agricultura, la construcción, el cuidado personal y la hospitalidad, sectores que dependen en gran medida de la mano de obra inmigrante para su funcionamiento.

Al eliminar a un gran número de trabajadores de estos sectores, se generarían vacíos laborales difíciles de llenar, lo que provocaría una disminución en la productividad y aumentos en los costos laborales para las empresas. Estos efectos podrían desencadenar un aumento en los precios de bienes y servicios básicos, afectando tanto a los consumidores como a la economía en su conjunto.

El informe señala que la agricultura, en particular, se vería gravemente afectada por la pérdida de trabajadores inmigrantes. Según estimaciones, entre el 50% y el 70% de los trabajadores agrícolas en Estados Unidos son indocumentados. La ausencia de esta mano de obra esencial podría causar una escasez de productos agrícolas, lo que elevaría los precios de los alimentos y reduciría la competitividad de Estados Unidos en el mercado global.

El American Immigration Council (AIC) ha presentado una reveladora comparación de cómo podrían utilizarse los recursos que, según las estimaciones, se destinarían a deportaciones masivas. Según el AIC, en lugar de emplear los 315.000 millones de dólares necesarios para expulsar a 13,3 millones de inmigrantes, Estados Unidos podría realizar inversiones que beneficiarían de manera significativa a millones de ciudadanos.

El informe destaca que, con esa cantidad de dinero, el gobierno estadounidense podría financiar importantes iniciativas sociales y de infraestructura, como la construcción de más de 40.450 nuevas escuelas primarias en comunidades de todo el país. Asimismo, podrían levantarse más de 2,9 millones de nuevas viviendas asequibles, abordando una de las crisis más importantes que enfrenta el país: la falta de acceso a viviendas dignas.

El informe también subraya que esos fondos podrían financiar el programa de educación infantil Head Start durante casi 79 años, lo que brindaría oportunidades educativas a millones de niños desde sus primeros años de vida. Además, el gobierno podría cubrir la matrícula y los gastos para que más de 8,9 millones de personas asistieran a universidades públicas durante cuatro años, eliminando una de las principales barreras al acceso a la educación superior.

Finalmente, el informe señala que esos recursos podrían comprar un automóvil nuevo para más de 20,4 millones de personas, algo que tendría un impacto significativo en la movilidad y el bienestar de muchas familias trabajadoras.

Estas comparaciones ilustran el enorme costo de las deportaciones masivas propuestas y plantean importantes interrogantes sobre si esos fondos podrían ser mejor empleados en mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y en fortalecer sectores críticos de la economía y la sociedad estadounidense.

El informe también hace hincapié en el hecho de que muchas de las propuestas actuales de Trump están arraigadas en las políticas de inmigración de su administración anterior, en particular la política de "tolerancia cero" que resultó en la separación de familias en la frontera sur. Aunque Trump ha intentado desvincularse del Proyecto 2025, los paralelismos entre sus propuestas actuales y las estrategias anteriores son innegables.

El AIC señala que la fuerza nacional de deportaciones incluida en el Proyecto 2025 va más allá de las redadas tradicionales. El plan contempla una reestructuración profunda del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), priorizando la persecución, arresto y deportación de inmigrantes indocumentados, mientras se restringe la inmigración legal y se investigan miles de solicitudes de naturalización en busca de fraude.

El informe del American Immigration Council deja claro que el plan de deportaciones masivas propuesto por Donald Trump tendría consecuencias devastadoras a nivel humano, económico y social. Además de los enormes costos financieros, el impacto en millones de familias, niños ciudadanos y sectores clave de la economía estadounidense sería inmenso.

Este análisis muestra que las promesas de deportaciones masivas no solo son impracticables desde el punto de vista logístico, sino que también representarían un daño irreparable para el tejido social y económico del país. Como señala el AIC, es imperativo que los votantes y los líderes políticos consideren estas implicaciones antes de tomar decisiones sobre el futuro de las políticas migratorias en Estados Unidos.

El plan de deportaciones masivas de Trump podría desatar una crisis económica y social sin precedentes, según informe del AIC