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EDITORIAL 1338

11 mayo 2023

La crisis bancaria y el techo de la deuda

Esos son los temas que actualmente están ocupando el tiempo de los medios de comunicación, de los políticos y de los que tienen altas sumas de dinero en los bancos.

La quiebra de dos bancos importantes en un mes, el Silicon Bank y el Republic Bank, han hecho sonar las alarmas de una posible crisis bancaria.  Una crisis que se podría producir si se sigue repitiendo que habrá crisis bancaria.  Los bancos utilizan el dinero de los depositantes para prestarlos con intereses o invertirlos en negocios productivos, por eso no tienen en sus arcas todo lo que sus clientes han depositado.  Pero si en algún momento los depositantes entran en pánico y comienzan a retirar sus ahorros, el banco no tendrá dinero para pagarles y entraría en bancarrota.  Los depositantes que tengan menos de 250,000 dólares en sus cuentas no perderán su dinero porque el seguro que tienen los bancos cubre los depósitos hasta esa suma.  En otras palabras, si usted no tiene esa cantidad de dinero, no tiene de qué preocuparse.

Los que podrían salir perjudicados en la quiebra de banco, además de los que tienen altas sumas depositadas, son los inversionistas.  Si usted tiene inversiones en acciones de un banco y este entra en quiebra, su inversión perderá valor y usted perderá dinero.  Pero como la gente de a pie, que es la mayoría, no tiene 250 mil dólares en el banco ni tiene inversiones él, el número de perjudicados es mínimo, por lo que como decía el Chapulín Colorado: “Que no panda el Cúnico”.

Los efectos de una crisis bancaria, (y nos referimos a la quiebra de varios grandes bancos), afectan al público porque muchas empresas pierden dinero de sus depósitos y se ven obligadas a despedir empleados.  También cuando el gobierno, para detener el efecto dominó, obliga a los bancos a congelar los créditos, las empresas se ven sin capacidad de obtener préstamos para seguir operando y terminan en la quiebra.  De estas dos formas aumenta el desempleo y en consecuencia el ritmo de vida de los ciudadanos.

Aunque se esté cacareando mucho al respecto, los verdaderamente entendidos en la materia, entre ellos el empresario Warren Buffet, dicen que no habrá crisis bancaria porque la quiebra de dos tres bancos no derrumba el sistema lo mismo que una golondrina no hace verano.

El otro tema es el del techo de la deuda.  El gobierno para presionar al congreso está diciendo que si no se eleva el techo de la deuda el estado federal se quedará en quiebra; no podrá pagar sus obligaciones financieras, especialmente el pago de los bonos del tesoro, ni los pagos a los empleados públicos.

Situaciones como esta se repiten todos los años y responden a los intereses políticos del que está en la Casa Blanca y del que está en la oposición, casi siempre en el Congreso.  Cuando el gobierno es demócrata, los republicanos le limitan los fondos para que la administración de turno no tenga éxito y ellos puedan derrotarlo en las siguientes elecciones.  Lo mismo en viceversa.

El problema actual no es un impase de presupuesto, sino del techo de la deuda, pero al fin y al cabo es casi el mismo cuento.  Pero lo que más preocupa ahora a la administración de Biden es su situación frente a China.  Pues sucede que China tiene la mayoría de los bonos del tesoro americano (tres trillones) y si el gobierno se ve en problemas los bonos bajarán de precio, y como los chinos no quieren perder su dinero, lo más probable es que los quieran cobrar antes de lo previsto o los pongan en venta.

Esto haría que los bonos se conviertan en papa caliente que nadie quiere tener en las manos.

Pero al igual que asunto de los bancos, a los ciudadanos de a pie muy poco les va a afectar estos a menos que el gobierno comience a recortar servicios sociales para seguir en su despilfarro de dinero en la guerra de Ucrania.