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Editorial 1337

05 mayo 2023

Matemática elemental:

Pobreza + Sanciones Económicas = Inmigración Masiva

Según las autoridades de los puestos fronterizos del sur de Estados Unidos, el 80 por ciento de los migrantes que conforman las caravanas que se dirigen al norte, son cubanos, venezolanos, nicaragüenses, haitianos y guatemaltecos.

Salvo los nacionales de los dos últimos países, que son un vivo ejemplo de corrupción y desorden, el resto viene de países a los que Estados Unidos ha aplicado sanciones económicas con el objetivo de hacer cambiar sus regímenes.

Cuba tiene un embargo de su economía impuesto desde hace más de 60 años y extendido a naciones y empresas de ultramar desde 1996 por la famosa ley Helms-Burton.

Hasta la administración de Donald Trump varios capítulos de la ley no habían sido aplicados porque los mismos condenarían al hambre a millones de personas.  Trump las puso en práctica y Cuba ahora pasa por una crisis en la que los ciudadanos apenas pueden consumir una comida al día.

La ley Helms-Burton castiga a cualquier empresa nacional o extranjera que haga negocios con la isla caribeña.  Por lo que las empresas que venden sus productos en Cuba se arriesgan a jamás poder vender en Estados Unidos, lo que representa perder un jugoso mercado por otro significativamente pequeño.

Según cifras de las Naciones Unidas del 2020, Cuba ha perdido más de 130 mil millones de dólares producto del embargo estadounidense.

Las medidas implantadas por la administración de Donald Trump y que no han sido revocadas por la administración Biden, destruyeron la industria turística cubana que se venía levantando desde los años 80 con el mercado europeo.  Ha dejado al país sin acceso a compra de medicamentos en el exterior ni insumos para producirlos, aumentando así el índice de mortalidad infantil (que aún es uno de los más bajos del continente) y las muertes por desnutrición y enfermedades.

En el caso de Venezuela, las sanciones impuestas por Estados Unidos a ese país han provocado la caída de las ventas de su producto principal, que es el petróleo, en más de un 79 por ciento, según revelan las cifras de la Comisión Económica Para América Latina CEPAL.

Solamente entre el 2014 y el 2020 Venezuela perdió el 65 por ciento de sus ingresos.

La empresa venezolana CITGO fue incautada por los Estados Unidos, lo mismo que los depósitos de Venezuela en dólares que suman más de 300 mil millones de dólares.

También el gobierno de Inglaterra por petición de Estados Unidos embargó los depósitos en oro del país de Sudamérica destrozando así el valor de su moneda.

Como consecuencia de ello, el índice de mortalidad infantil en Venezuela subió 13 puntos desde el 2010.  Según el programa de alimentación de las Naciones Unidas la desnutrición en la población se elevó en más de un 30.3 por ciento.  El desempleo subió desde el 2010 cuando comenzaron las sanciones, de un 7.6 por ciento a un 24 por ciento en el 2020.

En el caso de Nicaragua, las sanciones norteamericanas han afectado las inversiones extranjeras en ese país, así como su capacidad crediticia.  Nicaragua tiene actualmente cerrado el crédito internacional lo cual afecta sensiblemente su capacidad de producción industrial y de alimentos.

Haití y Guatemala, no tienen sanciones económicas, pero sufren internamente graves problemas de corrupción.

Según el Departamento de Estado de Estados Unidos los cubanos y los venezolanos vienen a la frontera norte en caravanas de migrantes en busca de libertad. Si aplicamos matemática elemental a lo que está ocurriendo, es seguro que el resultado dará una razón diferente.