Los papeles del Pentágono
La semana pasada los pasillos de la Casa Blanca se convirtieron en un gallinero alborotado cuando se filtraron en los medios sociales documentos secretos aún no clasificados del Pentágono. El vocero del Pentágono y Consejero de Seguridad Nacional, Jhon Kirby, salió a decir a los periodistas, ávidos de noticias y con plumas, micrófonos y grabadoras en las manos, que todo era una gran mentira. Sin embargo, ordenaron una investigación para agarrar al soplón y colgarlo por la corbata para su mejor suerte. Los funcionarios del Departamento de Estado hicieron filas en los excusados y en la antesala del presidente Biden para aclarar la “confusa situación”, que según Kirby era una gran mentira.
No es la primera vez que salen a la luz del sol documentos comprometedores de la Casa Blanca y el Pentágono que ponen en entredicho la moral de la política exterior de los Estados Unidos.
En 1971 el periódico The New York Time publicó un extracto de un montón de papeles copiados secretamente del Pentágono en los que se evidenciaba que los crímenes cometidos en Vietnam tenían la aprobación de la Casa Blanca. En el conflicto de Vietnam murieron 58 mil soldados americanos y tres millones de vietnamitas, dos de los cuales eran civiles.
En esos papeles se copiaba una reunión del entonces secretario de Defensa de la administración de Lyndon B. Jonhson, que era Robert McNamara, en la que éste recomendaba al presidente buscar una salida negociada al conflicto para evitar más muertes. Ni Johnson hizo caso y mucho menos el posterior mandatario, Richard Nixon.
Un caso parecido al de la guerra de Irak del 2003. El entonces secretario de estado de la administración de George W. Bush, Collin Powell, advirtió al presidente del peligro que representaba para el equilibrio mundial y los Estados Unidos el invadir a Irak, algo que relata con lujo de detalles Bob Woodward en su libro “Plan de Ataque”. Bush no hizo caso y la guerra de Irak dejó como saldo fatal más de 7 mil soldados americanos y más de 200 mil iraquíes muertos.
La organización WikiLeaks de julian Assange publicó documentos secretos del Pentágono de torturas y secuestros llevados a cabo por la CIA en los conflictos de Afganistán e Irak, y de los bombardeos a civiles llevados a cabo por aviones norteamericanos. Assange guarda prisión en Inglaterra esperando ser extraditado a Estados Unidos para ser enjuiciado por divulgar estos documentos.
Durante la administración de Barack Obama, un joven empleado de la CIA, Edward Snow, divulgó documentos comprometedores que daban cuenta del espionaje de esa agencia a los aliados norteamericanos de Europa. Según esos documentos, la CIA tenía intervenidos los despachos y los teléfonos de los presidentes de Alemania, Inglaterra, Italia, España y Francia.
Snow fue perseguido por la CIA y se refugió en Rusia donde se encuentra actualmente.
Los documentos que salieron a la luz ahora, en la época de los medios sociales, evidencian los planes de la OTAN en Ucrania y las condiciones en que se encuentra ese país en el conflicto con Rusia. Dejan claro que la Casa Blanca sabe que la guerra es una pérdida de vidas innecesaria y que sin embargo persiste en ella.
Ya está harto mas que sabido que Rusia no va a ceder en ese conflicto porque se trata de su supervivencia como nación y ningún país se va a rendir en esas condiciones. La guerra de Ucrania no es realmente una guerra entre Ucrania y Rusia, es una guerra entre la OTAN y Rusia en territorio ucraniano.
Los documentos sacados a las redes sociales son una muestra más de que el pueblo norteamericano debe pedirles cuentas a sus gobernantes sobre lo qué hacen del otro lado del mar. Allá donde se gasta con descaro el dinero de los contribuyentes y donde se provocan tantas muertes innecesarias.