Una agrupación LGBTQ+ exigió la liberación inmediata de Arbella Rodríguez Márquez, una artista y música residente legal en Estados Unidos que lleva cinco meses detenida por Inmigración en el Centro de Detención de Eloy, en Arizona, a pesar de que padece leucemia y nunca ha cometido un delito.

Rodríguez, conocida entre sus amistades como Yari, es bajista, DJ, diseñadora gráfica y editora de video. De acuerdo con su mejor amiga, Sonia Almaraz, su salud se ha deteriorado drásticamente desde que fue detenida. La organización Queer Trans Pueblo, con sede en Phoenix, informó que a Rodríguez se le negó la libertad condicional la semana pasada y que las autoridades le retiraron la residencia legal, lo que ha agudizado su situación legal y médica.

“Está en riesgo de morir si no recibe atención médica adecuada”, advirtió la organización durante una conferencia de prensa celebrada el jueves, donde también se denunció que el caso de Rodríguez refleja un patrón de violencia institucional contra personas queer, migrantes y racializadas.

Según Almaraz, Rodríguez fue detenida al regresar de un viaje a México junto a su pareja, una ciudadana estadounidense. Ambas cruzaban la frontera por Nogales cuando fueron separadas sin explicación alguna. Mientras que su pareja fue retenida durante unas cuatro o cinco horas y luego liberada, Rodríguez fue puesta bajo custodia de ICE sin que hasta el momento se le haya informado el motivo exacto de su detención.

“No tiene antecedentes penales, ni siquiera una multa de tránsito. Es una persona pacífica, creativa y profundamente comprometida con su comunidad”, declaró Almaraz. “Lo que está pasando es cruel y no tiene justificación”.

La organización Queer Trans Pueblo también denunció que Rodríguez ha enfrentado condiciones de detención inhumanas y negligencia médica dentro del centro de detención, donde no ha recibido el tratamiento especializado que requiere su diagnóstico de leucemia. “Esto no es sólo un tema migratorio, es un asunto de derechos humanos”, subrayaron.

Hasta el momento, ICE no ha emitido una declaración pública sobre el caso, y los abogados de Rodríguez están trabajando para apelar la decisión de revocar su residencia. Mientras tanto, su comunidad en Phoenix continúa movilizándose, exigiendo su liberación y el respeto a su derecho a la salud y a la vida.

El caso de Rodríguez ha generado indignación entre defensores de los derechos humanos y miembros de la comunidad artística local, que han comenzado a organizar eventos para visibilizar su situación y presionar a las autoridades. “No vamos a dejar de luchar por Yari”, afirmó Almaraz. “Ella pertenece a su comunidad, no a una celda”.

ICE detiene a mujer con leucemia en Arizona pese a ser residente legal