Por SALA DE REDACCIÓN EVH

Pressroom@elvoceromi.com

WASHINGTON (EVH) En una sesión de dos horas el jueves, la Corte Suprema escuchó argumentos en un caso de Colorado para retirar al expresidente Donald Trump de las papeletas electorales. Los jueces mostraron un alto grado de escepticismo hacia el esfuerzo, siendo la primera vez que los votantes intentan bloquear a un candidato a la presidencia bajo una disposición constitucional posterior a la Guerra Civil que prohíbe a aquellos que "participaron en insurrección" ocupar cargos públicos.

En el tono y tenor de las preguntas de los jueces, se desafió la noción de que un tribunal estatal pueda ordenar la exclusión de un contendiente presidencial por violar la Sección 3 de la 14ª Enmienda. Esta sección prohíbe a aquellos que participan en insurrección ocupar cargos públicos.

El caso fue presentado por un grupo de votantes republicanos e independientes, junto con el estado de Colorado. Su argumento se basaba en la idea de que los estados tienen la capacidad de supervisar sus propias papeletas y excluir a Trump por su papel en la violenta insurrección en el Capitolio de Estados Unidos el 6 de enero de 2021.

La Sección 3 presenta un dilema para los jueces, quienes son reacios a tomar decisiones que reordenen las elecciones democráticas, especialmente sin un precedente. La disposición no especifica ningún procedimiento ni siquiera el significado de "insurrección", simplemente establece que cualquiera que participe en una no puede ocupar un cargo público.

El caso ha sido distinguido por la extensión del debate histórico sobre los orígenes de la Sección 3, que ha estado en gran medida inactiva desde una amnistía del Congreso para la mayoría de los confederados en 1872. El argumento principal de Trump es que la disposición no se aplica a la presidencia porque ese cargo no se menciona específicamente, mientras que sí se mencionan senadores, miembros del Congreso e incluso electores presidenciales y vicepresidenciales.

Por otro lado, uno de los puntos centrales del debate fue el caso Griffin, un caso de 1869 que involucra a un hombre de Virginia que argumentó que no podía ser condenado por un delito porque el juez que escuchó su caso estaba, como antiguo confederado, descalificado para ocupar el cargo según la Sección 3. Salmon Chase, entonces presidente de la Corte Suprema, dictaminó que el Congreso debía crear un mecanismo para que la Sección 3 tuviera efecto.

Al entrar en el caso, la opinión prevaleciente de los expertos legales era que la Corte Suprema mantendría a Trump en la boleta electoral. Esa sensación ha crecido ahora. Lo que decida la corte tendrá importantes implicaciones tanto para la Sección 3 como potencialmente para otras disposiciones constitucionales.

La jueza Amy Coney Barrett planteó una pregunta inquietante durante la audiencia. Cuestionó qué sucedería si Trump fuera reelegido y un nuevo Congreso redactara reglas que aplicaran la Sección 3 a él. ¿Entraría en conflicto con la cláusula de juicio político? ¿Significaría que un presidente reelegido de repente se volvería inelegible? Esta pregunta subraya las incertidumbres legales que rodean el caso y su potencial impacto en la política nacional y el sistema judicial.

Corte Suprema: Indicios apuntan a que Trump permanecerá en la boleta electoral