Por Sala de Redacción EVH

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GRAND RAPIDS, MICHIGAN (EVH) __ La administración de Donald Trump planea intensificar de forma drástica los procesos para retirar la ciudadanía estadounidense a personas que ya fueron naturalizadas, según reveló este miércoles el New York Times a partir de directrices internas del Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS).

De acuerdo con el documento, emitido el martes, USCIS instruyó a sus oficinas de campo a entregar entre 100 y 200 casos de desnacionalización al mes a la Oficina de Litigios de Inmigración durante el año fiscal 2026. La cifra representa un salto sin precedentes frente a los promedios históricos: entre 1990 y 2017, donde Estados Unidos registró alrededor de 11 casos de este tipo por año, según el Immigrant Legal Resource Center.

La ley estadounidense permite revocar la ciudadanía en situaciones específicas, como cuando se demuestra que fue obtenida de manera ilegal o mediante la ocultación o tergiversación de información relevante durante el proceso de naturalización. Sin embargo, los procedimientos suelen ser largos y complejos, y pueden tardar años en resolverse en los tribunales.

Un portavoz de USCIS defendió la medida y aseguró que no se trata de una política nueva, sino de una intensificación de la llamada “guerra contra el fraude”.

Según la agencia, la prioridad está en personas que obtuvieron la ciudadanía de forma indebida, especialmente durante administraciones anteriores.

“Perseguiremos procesos de desnacionalización contra quienes mintieron o se representaron falsamente durante su proceso de naturalización”, afirmó el vocero.

La iniciativa se enmarca en la agenda migratoria agresiva que Trump ha impulsado desde su regreso a la Casa Blanca en enero, que incluye vetos migratorios, intentos de eliminar la ciudadanía por derecho de nacimiento y restricciones severas a la inmigración legal.

Como parte de esta estrategia, el gobierno suspendió recientemente solicitudes migratorias, incluidas las de residencia permanente y ciudadanía, presentadas por inmigrantes provenientes de 19 países, una decisión que ha generado alarma entre organizaciones defensoras de los derechos de los inmigrantes y comunidades naturalizadas en todo el país.

Administración Trump prepara una ofensiva sin precedentes para revocar ciudadanías