Los judíos: de víctimas a victimarios

Ramón Peralta

No hubo un rincón del mundo donde no se repudiara la matanza de los judíos llevada a cabo por el dictador alemán Adolfo Hitller y que se bautizó con el nombre de “Holocausto”. Millones de hombres, mujeres y niños fueron inmolados sin ningún motivo en nombre de una mal llamada “superioridad racial”. El hecho quedó marcado como una de las más vergonzantes matanzas en la historia, ya que, el único delito de los judíos fue ser distintos racialmente y nada más.

Culminada la Segunda Guerra Mundial, que selló la derrota del tirano alemán, los judíos con el apoyo de las potencias vencedoras, Inglaterra y Estados Unidos, lograron establecer en 1948 su propio estado en un territorio que tradicionalmente compartían con los habitantes de Palestina, tierra bien conocida desde los tiempos bíblicos. Una vez se estableció el estado Judío, se concibió que tanto judíos como palestinos establecerían sus propios estados independientes uno del otro. Sin embargo, los hechos han demostrado que Israel se ha constituido en el amo y rey de los territorios impidiendo que los palestinos adquieran su independencia como estado y eso gracias al apoyo inequívoco que las potencias occidentales, principalmente Estados Unidos, han brindado a Israel al que han convertido en su cabeza de playa de combate en la estratégica región del Medio Oriente.

Gracias al apoyo de esos grandes amigos Israel ha sido capaz de desafiar la aplicación de convenios internacionales tendentes a regularizar el establecimiento de un estado palestino y al mismo tiempo, permitir a su población el desenvolvimiento que todo pueblo libre merece. De esa manera los palestinos han sido subyugados y arrastrados a vivir en la miseria y el abandono, lo que como es lógico entender, los han inducidos a cometer actos injustificados de terrorismo como el que recientemente realizó el grupo Hamas.

Al mismo tiempo que la acción del grupo Hamas merece repudio también lo es la acción del gobierno judío, que respondiendo al acto se ha embarcado en acciones militares que han causado la muerte de miles de inocentes palestinos junto a la destrucción de viviendas, centros de salud y otras facilidades necesarias de subsistencia. La devastación causada por los bombardeos israelíes ha sido tan grande que ha recibido la condena del secretario de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, quien ha hecho un llamado a detener las agresiones debido al desastre humano que están produciendo y que los judíos están prestos a continuar, ya que como reacción a la propuesta del secretario de las Naciones Unidas han pedido su renuncia.

La reacción del estado judío se ha ido más allá de lo que podría catalogarse como una acción de repudio al ataque, desencadenando una crisis humanitaria de altas proporciones y en la que se han involucrado millones de personas inocentes que hoy no encuentran protección ni ayuda para salir de la situación que enfrentan. El hecho, sin embargo, no ha movido a la administración americana a realizar un llamado al gobierno judío a un cese de fuego y así detener el drama humano que hoy están provocando entre personas completamente desvinculadas de los hechos terroristas. Pero, se trata al parecer de justificar la acción de un aliado que ha pasado de ser víctima a un victimario.